martes, 24 de noviembre de 2009


Ante la peor tormenta, tu mejor sonrisa siempre, hasta el fin...

domingo, 15 de noviembre de 2009

ETAPAS.

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto
. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. ¡Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente! El pasado ya pasó.
No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, ¡nada ni nadie nos es indispensable! Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero… cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!



LAS ETAPAS - PAULO COELHO.
"Siempre va a ser mejor soltar el globo y ver como se vuela, que conservarlo y ver como se desinfla..."

sábado, 17 de octubre de 2009

¿QUÉ PASARÍA?

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.


"SI DIOS FUERA UNA MUJER"
MARIO BENEDETTI



domingo, 4 de octubre de 2009

FACETA INFANTILOIDE.

Tengo regresiones infantiles, siempre. Y las amo.
Escucho canciones infantiles con mi primito y bailamos juntos, llego a mi casa, las pongo en la computadora y bailo sola (si son para "actuar" tipo Saco una manito, más todavía), después estoy todo el día cantando La brujita Tapita, Pinocho o La vaca lechera; me grabé un CD de Xuxa para escuchar mientas hago cosas; voy por la calle bailando y cantando en voz alta, la gente me mira y sonríe - o se ríe, no lo sé, no me detengo a pensar en eso, pero yo creo que sonríen -. Le hablo a mi mamá haciéndome la bebé, "traéme la gombacha" o "alcanzame la gombilla para el mate" le digo; y ella se ríe, y yo más. Todas las noches cuando voy a guardar mis cosas en la pieza le digo a mi mamá que me voy y que no me espere a comer, como hacía cuando era chiquita. En short y medias, me cuelgo la mochila y le digo chau. Y ella se ríe de nuevo, y de nuevo yo me río más.
Veo dibujitos animados con mis primitos más chicos en Discovery Kids, aunque esos no me gustan mucho. Pero paso horas viendo dibujitos animados "de mi época": Scooby Doo, Las chicas superpoderosas, La Vaca y el Pollito, Johnny Bravo, Las Olimpiadas de la Risa, los Looney Tunes, La Pantera Rosa; todos en Boomerang, por supuesto. De vez en cuando encuentro Plaza Sésamo, los Muppets o El chavo y, dicho sea de paso, los veo aun.
Veo los juguetes de mis primos chicos y juego yo; armo castillos con sus maderas, pinto sus libritos de pintar, hago torres con Rastis (mentira, son de otra marca más actual).
También hago rimas tontas al estilo "Agustina come gelatina" o "Nicolás camina para atrás"; y le cambio la letra a canciones de Calamaro, Attaque 77, la Bersuit, los Redondos, Catupecu. "Cuidado con las palabras que terminan con ina, yo también quiero mucho a Agustina aunque nadie me preguntó si Agustina me quería llamar" canto, aunque no tenga sentido lo que dicen mis letras inventadas. Tengo colección de cuentos infantiles, y cuando estoy aburrida todavía los leo.
Desfilo, me disfrazo y desfilo. Canto desafinada con el karaoke de la computadora. Bailo ridículamente. Hasta a veces soy un poco caprichosa. En mi celular, el sonido para los mensajes de texto es de Buscando a Nemo y el fondo de pantalla de los Looney Tunes. Y ni hablar de las películas, cada vez que encuentro alguna de Disney me quedo viéndola; todavía lloro con Pocahontas, Dumbo y El rey León.
Me acuerdo del nombre de mi amigo invisible, Vicky (sí, era hombre y se llamaba así), aunque me abandonó hace mucho tiempo ya. Igual sigo hablando sola, "pensás en voz alta" me dicen algunos.
Algunos me dicen infantil, sin embargo sigo haciéndolo, y hasta adelante de todo el mundo.
Tengo regresiones infantiles, siempre. Y las amo.

jueves, 17 de septiembre de 2009

-

MALDITOS SÍNTOMAS PRE - MENSTRUALES, LOS DETESTO. ME PONEN COMO DESQUICIADA, MÁS QUE COMO ME PONGO CUALQUIER DÍA DE SEMANA A LAS SEIS DE LA TARDE.
A VER... ¡NINGUNA MUJER QUIERE VERSE COMO EMBARAZADA CUANDO NO LO ESTÁ! Y MENOS QUE MENOS, VERSE COMO M.C. PERO SIN SILICONAS. Y CON DOLOR.
¡LARGA VIDA AL IBUEVANOL!



-

[...] De repente me pregunto por qué tengo que contar esto, pero si uno empezara a preguntarse por qué hace todo lo que hace, si uno se preguntara solamente por qué acepta una invitación a cenar (ahora pasa una paloma, y me parece que un gorrión) o por qué cuando alguien nos ha contado un buen cuento, enseguida empieza como una cosquilla en el estómago y no se está tranquilo hasta entrar en la oficina de al lado y contar a su vez el cuento; recién entonces uno está bien, está contento y puede volverse a su trabajo. Que yo sepa nadie ha explicado esto, de manera que lo mejor es dejarse de pudores y contar, porque al fin y al cabo nadie se averguenza de respirar o de ponerse los zapatos; son cosas, que se hacen, y cuando pasa algo raro, cuando dentro del zapato encontramos una araña o al respirar se siente como un vidrio roto, entonces hay que contar lo que pasa, contarlo a los muchachos de la oficina o al médico. Ay, doctor, cada vez que respiro... Siempre contarlo, siempre quitarse esa cosquilla molesta del estómago. [...]

Julio Cortázar


LAS BABAS DEL DIABLO (fragmento) - LAS ARMAS SECRETAS


viernes, 4 de septiembre de 2009

- stop!

Ahora que la vida pasa sin disimular, ahora y siempre que el fracaso es algo que está por llegar. Ahora que la luna no me hace coros al cantar, ahora que abrazo a mi guitarra antes que a la soledad. Que voy pasando por la vida como pasas por mi cama, a prisa y sin destino mientras mi saliva estalla; y sólo hace prosas que hagan versos y versos que hagan soledad, me enveneno por las noches cuando no quiero pensar. Ahora que no lloro en los sueños y tu lloras por no soñar, ahora que son esos sueños los que no se hacen realidad. Ahora que el futuro es algo que quiero olvidar, ahora que amor es pasado y que el pasado está de más. Que voy pasando por la vida como pasas por mi cama, a prisa y sin destino mientras mi saliva estalla; y sólo haces prosas que hagan versos y versos que hagan soledad, me enveneno por las noches cuando no quiero pensar. Que voy pasando por la vida como pasas por mi cama, a prisa y sin quedarte ¡mierda, no puedo olvidarte! Y sólo hago prosas que hagan versos y versos que hagan soledad, me enveneno por las noches, cuando no quiero pensar. "Ahora que la vida a veces me da la espalda, ahora que si pierdo el rumbo es detrás de una falda, ahora que siete y siete son trece, ahora que al mirar atrás tan solo me escuece. Cuando pierda la cabeza por los ojos de una gata, cuando se hunda mi fragata y yo no sepa nadar, cuando la lluvia no me mojaba y a tí sólo te mojaba yo. Ahora que gritamos y casi nadie escucha, ahora que el silencio lo dice casi todo... ¡¿Y AHORA QUÉ?!" Que sigo echándole huevos a lo que quede de destino, y ve por donde quieras pero márcame el camino; y cuando esté triste evítame pensar, hazme lo que quieras pero ayúdame al olvidar. Y cuando venga mi suerte a perseguirme en su ruleta, yo la llevo hasta tus brazos pa' que naufrague en tus tetas. Que haces daño como nadie y escueces como ninguna, mas por tí paso las horas malcomiendo o en ayunas.




lunes, 31 de agosto de 2009

EL ENAMORADO ~

Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.

Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.

Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.

Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.


Jorge Luis Borges.



domingo, 30 de agosto de 2009

Corazón coraza -

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.


Mario Benedetti.



domingo, 23 de agosto de 2009

-

Tú no, princesa, tú no. Tú eres distinta. No eres como las demás chicas del barrio. Así los hombres te miran como te miran, así murmura envidioso el vecindario. Tú no, princesa. Tú no. Tú eres la rosa que fue a nacer entre cardos como revancha a un arrabal despiadado en donde el día se ocupa de echar por tierra toda esperanza. Tú no has de ver consumida cómo la vida pasó de largo, maltratada y mal querida, sin ver cumplida ni una promesa, le dice mientras cepilla el pelo de su princesa. Tú no, princesa, tú no. Tú no has nacido para pasar las fatigas que yo pasé sacándole el dobladillo a un miserable salario que no alcanza a fin de mes. Tú no, princesa, tú no. Por Dios lo juro: tú no andarás de rodillas fregando pisos, no acabarás hecha un zarrio como tu madre, cansada de quitar mierda y de parir hijos. Tú saldrás de esta cochambre de muertos de hambre; ya me imagino la cara de las vecinas cuando aparezcas en limusina a por esta vieja, le dice mientras cepilla el pelo de su princesa. Tú no, princesa, tú no. "Vuelve temprano..." Y la sigue un paso atrás hasta la calle, planchándole con la palma de la mano una arruga que el vestido le hace en el talle. Y como quien ve a la Virgen subir al cielo, la ve alejarse camino a su primer casting para un anuncio en televisión. La nena vale, la nena estudia danza moderna y declamación.





viernes, 21 de agosto de 2009

-

EL DOLOR PARA, VOS NO.
EL DOLOR PARA VOS, NO.
EL DOLOR PARA VOS, ¿NO?
¿EL DOLOR PARA VOS? NO.
EL DOLOR... ¡PARA VOS NO!
¿EL DOLOR? PARA VOS NO.

A la mierda!

domingo, 16 de agosto de 2009

~ mi mitad.


Es cuando alguien llega a tu vida sin previo aviso y te da vuelta todo, te hace ver que el antes no era nada comparado al ahora. Se muestra como tu complemento, tu cable a tierra, tu diario íntimo. Tratás, pero no lográs entender como es que podías vivir antes. Es tu mayor prioridad, tu punto de partida y fin en toda decisión, tu consejera predilecta, tu todo en el mundo. La elegís como hermana para compartir tu vida entera, para incluirla en todo plan y sumarla a cada pensamiento. Y cuando te preguntan qué es no sabés que decir, porque son tantas cosas las que produce en vos que te ves incapaz de expresar tanto. Y no entra en cabeza de nadie el tipo de relación que tienen, y tus viejos no entienden esta cosa "moderna" de amarse sin ver límites, no entienden que separarse dos minutos es extrañarse, no entienden que creás una tremenda dependencia porque después de tanta búsqueda encontrás a esa persona que llamás tu perfecta otra mitad, esa persona que sabe qué te pasa con tan solo mirarte, esa persona que va a estar siempre, esa que cura toda herida y entiende mucho de vos. Te animás a compartir absolutamente todo, a pasar horas hablando de la vida o de algo sin demasiado sentido. Le confiás hasta la mínima pavada sabiendo que no le importa, podés pasar eternidades pensando en miles de formas de hacerla feliz, porque realmente entre el conjunto del todo éste es el principal fin. Querés cada vez más hacerle saber que sin ella no podés, y buscas hasta el adjetivo que no existe. Y siempre sentís que falta un poco más. La vida sin ella no sería igual, TU MEJOR AMIGA.♥

miércoles, 5 de agosto de 2009

AMOR 77...




mi preferido...

martes, 4 de agosto de 2009

-

Aliteración, alusión, amplificación, anacoluto, anadiplosis, anáfora, antanaclase, antimetábola, antífrasis, antítesis, apofonía, asíndeton, catacresis, circunloquio, comparación, disvunción, elisión, elipsis, enálage, epanortosis, equívoco, eufemismo, endiadis, gradación, homoteleuton, hipálage, hipérbaton, hipérbole, litote, metábola, metalepsis, metáfora, metonimia, onomatopeya, oxímoron, paradoja, paronomasia, perífrasis, pleonasmo, preterición, quiasmo, prosopopeya, reticencia, zeugma.

QUELOPARIÓ.

domingo, 12 de julio de 2009

sept.

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

domingo, 5 de julio de 2009

A LA LUZ DE UNA SONRISA.

Despierto con pocas ganas, como expulsado del cielo, y crujiéndome los dedos he empezado a escribir. Despunto el lapicero a la vez que el desconsuelo, pero reconozco la fecha: hoy es veintidós de abril. Nunca sobran las canciones y siempre tengo algo que decir, pero ella merece más una letra que las calles de Madrid. Porque hace ya dos años me quiere a quemaropa, con la inocencia de un niño con su primera copa; pierdo la estridencia, vivo sin motivos, aprendo a tener paciencia y escribo. Miro el fondo del café y me acuerdo de fumar, y entre el humo del cigarro palidece mi ansiedad. Mientras duermes yo te escribo; a ratos me giro hacia atrás a observarte con los ojos que un preso ve su libertad. Porque no hay guerras civiles si echamos el pestillo, y aunque siga siendo cutre, el mundo ya no es un ladrillo; setecientos treinta y tantos días de tu sonrisa haciendo que la vida no sea papel de lija. Por fuera hay que ser duro, como el asfalto, la piel igual de fría que si fuéramos lagartos; la vida siempre va a destiempo como el riff de esta canción; por eso miénteme y dime que nos veremos tan sólo unas horas, y ya te hecho de menos, me columpio con la esperanza de que mañana sea mejor. Porque si el diablo pasa, jocoso y ladino, con la cítara vieja, la que compone el destino, no me queda otra defensa por favor, por favor... Por favor cuéntale que la miro como no miro a ninguna, y que no voy a darme un respiro mientras no mire la luna; y que más de cien soles no curten mi pecho, que es de su mirada es lo que estoy hecho. Sonrisa fugazmente y de malos momentos, con ella soy el príncipe de su cuento. Porque si el diablo pasa, jocoso y ladino, con la cítara vieja, la que compone el destino, no me queda otra defensa, que la del tú y el yo.




MIERDA Y CUCHARA.

y se me eriza la piel...

miércoles, 24 de junio de 2009

-

HABLEN, TIENEN TRES MINUTOS

Hablen, tiene tres minutos.

De vuelta del paseo
donde junté una florecita para tenerte
entre mis dedos un momento,
y bebí una botellas de Beaujolais,
para bajar al pozo donde bailaba un oso luna,
en la penumbra dorada de la lámpara
cuelgo mi piel y sé que estaré solo en la ciudad
más poblada del mundo.

Excusarás este balance histérico,
entre fuga a la rata y queja de morfina,
teniendo en cuenta que hace frío,
llueve sobre mi taza de café,
y en cada medialuna
la humedad alisa sus patitas de esponja.

Máxime sabiendo que pienso en ti obstinadamente,
como una ciega máquina, como la cifra que repite
interminablemente el gongo de la fiebre
el loco que cobija su paloma en la mano,
acariciándola hora a hora
hasta mezclar los dedos y las plumas
en una sola miga de ternura.

Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntases
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos,
que nos demos un pétalo,
aunque sea un pasito, una pelusa.



NO ME DES TREGUA, NO ME PERDONES NUNCA...

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre,
que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil,
no seas caricia ni guante;
tálame como un sílex, desespérame.



LA LENTA MÁQUINA DEL DESAMOR...

La lenta máquina del desamor,
los engranajes del reflujo,
los cuerpos que abandonan las almohadas,
las sábanas, los besos,
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo,
ya no mirándose entre ellos,
ya no desnudos para el otro,
ya no te amo,
mi amor.



LOS AMANTES

¿Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos ?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.

Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.

Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.

Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.



POEMA

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco
con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.


JULIO CORTÁZAR.

viernes, 19 de junio de 2009

VII

Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos.

Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.

Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.

Sólo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.

Inclinado en las tardes echo mis tristes redes
a ese mar que sacuden tus ojos oceánicos.

Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo.

Galopa la noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo.


"VEINTE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DESESPERADA"
PABLO NERUDA


miércoles, 17 de junio de 2009

CORSO (altamente recomendable).

Vos sabés cómo nos divertimos, el corso era un asco pero nosotros nos divertimos igual. El Ángel se consiguió unos plumachos, dice que los trajo de la isla y que crecen en una planta, pero eran como plumas de avestruz. Después me fijé que en un quiosco los vendían a veinte sopes cada uno, qué atorrantes, imagináte que esas cosas crecen en los árboles y los tipos las venden a veinte mangos.
Hacía un tornillo que te la debo, pero igual las minas andaban casi en bolas en las carrozas, yo siempre digo que estas ñatas con tal de andar en bolas hacen cualquier cosa. El Ángel y yo empezamos a pasarles los plumachos por las gambas, vos sabés qué plato. A las tipas les gustaba, pero algunas ponían cara seria para disimular, vamos, viejo, a quién no le gusta que le hagan cosquillitas. Un jetón que iba en una picá llena de florcitas le dijo al Ángel por qué no se las metés a tu abuela y el Ángel le refregó el plumacho por la cara. El tipo hizo como que se bajaba pero cuando nos vio las caras subió el vidrio y la dejó a la hermanita en el capó y el Ángel le rompió tres plumachos entre las gambas, estuvo exagerado.
Pero lo grande fue cuando vino el hindú en un Forcito del tiempo e' mama. Este hindú venía todo desnudo, menos un calzoncillo cerradito y un turbante en el melón con una piedra divina, te lo juro. Iba sentado en el capó, con las patas cruzadas, seguro que lo vio en el cine. Con una mano se agarraba la barriga, y con la otra se tocaba la piedra del melón y después el pecho y saludaba, hablando bajito en un idioma. Pero lo mejor que hacía este hindú era que en cada bocacalle se tomaba un trago de un frasquito, prendía un fósforo y escupía unas llamaradas de samputa.
Cuando el Ángel lo vio, se quedó enloquecido y empezamos a seguirlo. Yo le decía dejáme de joder, mirá las minas, y el Ángel nada, el hindú lo tenía entusiasmado, lo miraba de arriba abajo como si fuera Nélida Roca. Ahí supe que iba a hacer una cagada, porque el Ángel será lo que vos quieras, menos eso.
Cuando me quise acordar estábamos frente al palco el hindú con el Forcito y al lado el Ángel y yo detrás. Entonces el hindú mirando el palco donde estaba el intendente, echa la cabeza para atrás y se manda un trago doble de nasta, y mirando al cielo se arrima el foforito. Y en eso lo veo al Ángel que levanta el plumacho y lo toca justito en el hueso de la garganta, y el hindú empieza a escupir fuego hasta por los ojos y se siente un olor a bife que no te cuento, el hindú parece que se quema, y yo hago lugar para los bomberos, o sea que me rajo. Y por la otra vereda lo veo al hindú que lo corre al Ángel, y ya no le habla en el idioma sino que le dice la puta que te parió, la puta que te parió, y menos mal que no lo agarra porque sinó lo mata. Al rato nos encontramos con el Ángel en la estación, el Ángel hace como que me habla en el idioma, y nos meamos de la risa, viejo, vos sabés qué plato.


"LOS OFICIOS TERRESTRES" - RODOLFO WALSH

viernes, 12 de junio de 2009

PLATERO...

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
- Tien' asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.






Juan Ramón Jiménez.

miércoles, 10 de junio de 2009

BASURA. -

Se encuentran en el área de servicio, cada cual con su bolsa de basura. Es la primera vez que se hablan.
–Buen día.
–Buen día.
–Usted vive en el 610.
–Y usted en el 612.
–Pues sí.
–No había tenido la oportunidad de conocerlo...
–Es cierto...
–Disculpe mi indiscreción, pero he visto antes su basura.
–¿Mi qué?
–Su basura.
–Ah...
–Me he fijado que nunca es mucha. Su familia debe ser pequeña...
–En realidad, vivo solo.
–Mmmm. Noté también que usa mucha comida de lata.
–Es que tengo que hacerme yo mismo la comida. Y como no sé cocinar...
–Entiendo.
–Usted también...
–Trátame de tú...
–Bueno, ahora perdóname a mí la indiscreción, pero he visto algunos restos de comida en tu basura: setas, cosas así...
–Es que me gusta mucho cocinar, hacer platos diferentes... pero como vivo sola, a veces me sobra...
–¿No tiene... digo, no tienes familia?
–Tengo, pero no aquí.
–En Espíritu Santo.
–¿Y cómo lo sabes?
–He visto unos sobres en tu basura... de Espíritu Santo.
–Pues sí. Mami me escribe todas las semanas.
–¿Es profesora ella?
–¡Es increíble! ¿Pero cómo lo adivinaste?
–Por la letra del sobre. Me pareció letra de profesora.
–Tú no recibes muchas cartas... a juzgar por tu basura, digo.
–Pues no...
–El otro día había un sobre de telegrama todo arrugado.
–Sí.
–¿Malas noticias?
–Mi papá. Murió.
–Lo siento mucho.
–Ya estaba muy viejito. Vivía en el sur. Hace tiempo que no nos veíamos.
–¿Fue por eso que empezaste a fumar de nuevo?
–¿Y cómo lo sabes?
–De un día para otro empezaron a aparecer en tu basura cajetillas estrujadas.
–Es verdad. Pero ya he logrado dejarlo.
–Yo, gracias a Dios, nunca he fumado.
–Yo sí. Pero he visto unos frascos de pastillas en tu basura...
–Tranquilizantes. Fue una etapa. Ya pasó.
–Te peleaste con un novio, ¿verdad?
–¿También eso lo descubriste en la basura?
–Primero botaste un ramo de flores, con todo y tarjetita. Después, muchos kleenex.
–Sí, lloré bastante, pero ya pasó...
–Pero hoy todavía hay unos kleenecitos...
–Es que tengo un poco de alergia.
–Ah.
–Veo muchas revistas de crucigramas en tu basura.
–Pues sí... bueno... es que estoy mucho en casa... no salgo mucho... ya sabes.
–¿Tienes novia?
–No.
–Pero hace unos días había una foto de una mujer en tu basura. De lo más bonita.
–Estaba limpiando gavetas. Cosa del pasado.
–No rompiste la foto. Eso significa que en el fondo quieres que vuelva.
–¡Pero ya estás analizando mi basura!
–No puedo negar que tu basura me interesó.
–Gracias. Cuando examiné la tuya, decidí que me gustaría conocerte. Creo que fue la poesía.
–¡No! ¿Viste mis poemas?
–Los vi, y me gustaron mucho.
–¡Pero si son muy malos!
–Si los encontraras tan malos, los habrías roto. Estaban dobladitos.
–Si hubiera sabido que los ibas a leer...
–No me los guardé porque, después de todo, sería como robar, aunque, no sé: ¿la basura sigue siendo propiedad de quien la tiró?
–Pienso que no. La basura es de dominio público.
–Tienes razón. A través de la basura, lo particular se vuelve público. Las sobras de nuestra vida privada se integran con las sobras de otros. La basura es comunitaria. Es nuestra parte más social. Será eso...
–Bueno, ya estás yendo muy lejos con eso de la basura. Creo que...
–Ayer, en tu basura...
–¿Ah?
–¿Me equivoco, o había carapachos de camarón?
–Acertaste. Compré unos camarones grandes y los pelé.
–Me encantan los camarones.
–Bueno, los pelé, pero no me los he comido todavía. Quizás podríamos...
–¿Comer juntos?
–Ajá.
–No quiero darte trabajo.
–No es ningún trabajo.
–Vas a ensuciar tu cocina.
–Nada. En un momento se limpia todo y se botan las sobras.
–¿En tu basura o la mía?


LUIS FERNANDO VERÍSSIMO.



sábado, 6 de junio de 2009

TODAVÍA.

No lo creo todavía,
estás llegando a mi lado,
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría.

Palpo, gusto, escucho y veo
tu rostro, tu paso largo,
tus manos, y sin embargo
todavía no lo creo.

Tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo,
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto.

Nadie nunca te reemplaza,
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa.

Sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte,
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía.

Pero venís y es seguro,
y venís con tu mirada,
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro.

Y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos,
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido.

Y si beso la osadía
y el misterio de tus labios,
no habrá dudas ni resabios,
te querré más
todavía.

(me hace llorar, siempre).



TODAVÍA - MARIO BENEDETTI

miércoles, 3 de junio de 2009

INSTRUCCIONES PARA LLORAR.

Instrucciones para llorar.
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.







JULIO CORTÁZAR - HISTORIAS DE CRONOPIOS Y FAMAS

-

ENCUENTRA BELLO TODO LO QUE PUEDAS.

Vincent Van Gogh.

viernes, 29 de mayo de 2009

UNA PRINCESA Y UN BUFÓN ERRANTE.

La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas vanales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la líbelula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgullosos de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa,
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal,
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está palida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
--¡Calla, calla, princesa --dice el hada madrina--,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!







SONATINA - RUBÉN DARÍO

martes, 26 de mayo de 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

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Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida.

Mario Benedetti.

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Ven a dormir conmigo: no haremos el amor. Él nos hará.

Julio Cortázar.

domingo, 17 de mayo de 2009

QUIERO, DAME, DALE.


A pesar de las canciones que te pueda yo escribir, un milagro misterioso tiene que surgir para que alguien me vuelva a ver feliz. Choco con la misma piedra y me vuelvo a repetir, y un error tan culminante pudo destruir el amor y mis ganas de vivir. Cómo extraño tus locuras, tu forma de caminar, tus delirios peligrosos y tu forma de andar por ahí cumpliendo sueños sin mirar. Es inútil que la vida me dé otra oportunidad; y si tus manos, ni tu cuerpo no me quieren tocar, si me caigo, no me vuelvo a levantar. Quiero para siempre que te quedes en mi mente y que me vuelvas a vivir. Quiero que no olvides todo lo que necesito de tu amor, y en la noche de las noches me veras caer, ¡pidiendo perdón amor! Yo quiero el beso perfumadito de tu boquita pintada, que me llene de alegría, que se calme este dolor, y los efectos que nunca siento son los rebotes del viento, que calman sueños. Anoche después del trueno, yo salí a caminar sin saber que tu fantasma me quería pegar, me tiró, no me pude levantar. El reloj es una bomba, como un rayo de Plutón, los estudios, los amigos, la contaminación, y ese aire que me hacia respirar. Está mojado y hace frío, es de noche en la ciudad, vitamina sigue triste, no le quise preguntar: ¿Qué es dolor? ¿Qué es perder? y ¿Qué es amar? Es mas joven, tiene pinta, él no te hace enojar, él no sabe cuando duermes, cuando dejas de hablar; como yo, nunca nadie te va a amar. Yo quiero el beso perfumadito de tu boquita pintada, que me llene de alegría, que se calme este dolor, y los efectos que nunca siento son los rebotes del viento, que calman sueños. Voy a sacar de vos mi presencia, voy a brillar por mi ausencia, voy a cantarle a la libertad, no quiero verte nunca más. Quiero escupir todo lo que siento, quiero perderme en tus sueños, voy a pedirte el mundo. Y los efectos que nunca siento son los rebotes del viento, que calman sueños, boquitas pintadas, boquitas pintadas.

sábado, 16 de mayo de 2009

CLAROSCURO.

A veces en mi cuarto estando solo quisiera acabar con todo, siento que en esta vida no tengo chance, que todo lo que hago es un percance. Y es precisamente en ese momento en que de mi mala suerte yo me lamento, en que tú te apareces con tus caricias, me besas por la espalda, me das una sonrisa, me dices “flaco, olvida el caso, a la envidia no le hagas caso”. Por ser siempre así, siempre así, estas tres notas son para ti. Recuerdo aquel día en que te conocí, muchos amores empiezan así. “Que feo, que creída”, eso pensamos. ¿Quién diría que nos enamoramos? Y no fue el destino ni tampoco tus amigas lo que nos unió de por vida, fue el hablar claro como dos amigos, sin dejar los defectos escondidos. “¿Sabes qué pelada? Me gusta hablar sucio”, tú dijiste “No me importa si me quieres mucho”. Por ser siempre así, siempre así, estas tres notas son para ti. Recuerdo todas esas cosas que juntos vivimos: las veces que tú, con tus loqueras cogías mi gorra y jugabas a la rapera; los primeros besos, las primeras huidas, las primeras caricias atrevidas. Y aquella vez que jugando en mi cama, fuiste mía un viernes de mañana; desnuda y con el corazón en la mano me abrazaste, me besaste y me dijiste “Te amo”. Por ser siempre así, siempre así, estas tres notas son para ti. “¿Sabes?, yo sé que a veces quisiera escoger y matarme. Pero sabes, a veces... ¿si?. ¿Sabes?, yo sé, no soy un galán, soy callejero, un chance patán. Pero te quiero, eso no lo niego. Pero al ser dominado le tengo miedo. Dime necio, dime terco, dime infracto; dime todo eso, pero dímelo con tacto. Y si alguna vez te hice llorar, fueron palabras que no quise mencionar. No soy muy cursi, eso tú lo sabes, pero en el mundo no hay quien más te ame”. Por ser siempre así, siempre así, escucha, estas tres notas son para ti.


viernes, 15 de mayo de 2009

ORFEO Y EURÍDICE

Fue un poeta y un músico prodigioso, el cantor por antonomasia. Tocaba la lira y la cítara (de la que se le considera inventor o al menos el perfeccionador del instrumento, aumentando sus cuerdas de siete a nueve en honor a las nueve musas). Sus melodías tenían el poder de conmover a las rocas, los árboles inclinaban las ramas a su paso, conseguía amansar a las fieras y dulcificar el carácter de los hombres.
Algunas tradiciones lo presentan como el soberano de Tracia, donde gobernaba sobre los bistones, los odrisos y los macedonios, entre otros. Está normalmente considerado hijo del rey de los tracios, Eagro, aunque en ocasiones se le adjudica como padre al dios Apolo. Las tradiciones discrepan más respecto a su madre, pero generalmente es considerada una de las musas, pudo ser Calíope, Polimnia, Urania o quizás Menipe (una hija de Támiris).
Participó en la expedición de los Argonautas. Orfeo no remaba, se encargaba de marcar el ritmo de los remeros. Al ser el único iniciado en los misterios de Samotracia, era el encargado de pedir protección a los Cabiros (dioses menores protectores de los marineros), por lo que ejerció como sacerdote de los Argonautas. Durante una tempestad, sus cantos consiguieron tranquilizar a la tripulación e incluso calmar la furia de las olas.
En esta expedición, su mayor hazaña fue anular el embrujo que los cantos de las Sirenas producían en los marineros. Orfeo entonó tan dulces melodías que la tripulación no sintió deseos de acercarse a las Sirenas, evitando así estrellarse contra las rocas y ser devorados por las Sirenas. Algunas leyendas cuentan que tras este episodio las Sirenas se suicidaron.
Pero el mito que realmente ha dado notoriedad a este personaje ha sido su descenso a los infiernos en busca de Eurídice, esposa de Orfeo. Cierto día, mientras la dríade Eurídice se paseaba con sus compañeras por un prado de Tracia, fue sorprendida en tan gozosa ocupación por Aristeo, un hijo de Apolo. Embelesado por la belleza de la ninfa, sé abalanzó sobre ella con aviesas intenciones. Para evitar la violación, Eurídice emprendio una veloz carrera. Por desgracia, durante la persecución, la joven pisó con su pie descalzo una serpiente y murió. Cuando Orfeo descubrió su muerte, el dolor que sintió fue tan hondo que decidió adentrase en los infiernos para rescatarla de las fauces de la muerte.
Gracias al hechizo que sus melodías producían, Orfeo pudo adentrase en el Tártaro. Primero embelesó con su música al barquero Caronte, que consintió en llevarle a través de los pantanos del Aqueronte. Después sus cantos embrujaron a Cérbero, el perro que cuida la entrada del Hades. Su música tuvo el poder de detener los suplicios de los condenados, la rueda de Ixión dejó de girar, la piedra de Sísifo quedó en equilibrio, Tántalo olvidó momentáneamente su eterna hambre y sed, las Danaides dejaron de llenar su tonel sin fondo. Tampoco los tres jueces infernales, Minos, Éaco y Radamantis quedaron indiferentes ante su música. Impresionados los dioses del Tártaro, Hades y Perséfone, ante tales pruebas de amor y habilidad, consintieron en devolverle a su amada. Solo pusieron una condición, que Orfeo saliese con Eurídice de los Infiernos sin volver la vista atrás, para comprobar que su esposa le seguía, hasta que llegase a la luz del sol. Orfeo aceptó y comenzó a caminar hacia la salida, con el sonido de su lira guiaba a la ninfa a través de la oscuridad. Cuando ya estaba cerca de la luz, le asaltó el temor de haber sido burlado por los dioses infernales, e incapaz de resistirse volvio la cara. En el momento en que sus ojos se posaron sobre su mujer, Eurídice desapareció para siempre y Orfeo se vio obligado a regresar al mundo de los vivos sin ella.

La muerte de Orfeo nos ofrece mitos con numerosas variantes. Generalmente se admite que murió despedazado por las mujeres tracias. Los motivos de la ejecución pudieron ser varios. Quizás Afrodita quiso vengarse de Calíope (por el dictamen que hizo la musa en su papel de juez, sobre la disputa que mantenían Afrodita y Perséfone acerca de Adonis) a través de su hijo y para ello inspiró una insaciable pasión en las mujeres tracias, que se vieron despechadas por las negativas de Orfeo. Pudo ser por inventar la pederastia, pues tras la muerte de Eurídice, Orfeo solo se unió a muchachos. O quizás porque al regresar de los infiernos, instituyó unos misterios que estaban vedados a las mujeres. Otra leyenda relata la muerte de Orfeo por un rayo de Zeus, ofendido el dios, por las revelaciones que estaba haciendo a sus discípulos sobre sus experiencias en el Hades. Una de las versiones atribuye la muerte del músico a las menades. Éstas lo habrían despedazado durante un furor dionisíaco inspirado por Dionisio, celoso por el culto que Orfeo profesaba a Apolo. También existe una leyenda que narra el suicidio de Orfeo atormentado por su fallido intento de recuperar a Eurídice.
Tras su muerte siguen existiendo mitos sobre Orfeo. Una de ellos cuenta que las mujeres tracias arrojaron los pedazos de Orfeo junto a su lira al agua. Los trozos llegaron a Lesbos donde se les dio sepultura y de ella a veces salía el sonido de una lira. Otra tradición relata cómo se desató una peste en la desembocadura del río Meles y el oráculo declaró que la peste cesaría tras ofrendar honras fúnebres a la cabeza de Orfeo. Después de una exhaustiva búsqueda la cabeza fue encontrada por unos marineros aún sangrante y entonando melodías.




(de todos, el que más me gusta).


domingo, 3 de mayo de 2009

NIEBLA

Los hombres no sucumbimos a las grandes penas ni a las grandes alegrías, y es porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una inmensa niebla de pequeños incidente. Y la vida es esto, la niebla. La vida es una nebulosa.
[...]
Y siguieron los dos, Augusto y Eugenia, en direcciones contrarias, cortando con sus almas la enmarañada telaraña espiritual de la calle. Porque la calle forma un tejido en que se entrecruzan miradas de deseo, de envidia, de desdén, de compasión, de amor, de odio, viejas palabras cuyo espíritu quedó cristalizado, pensamientos, anhelos, toda una tela mistariosa que envuelve las almas de los que pasan.

NIEBLA - MIGUEL DE UNAMUNO


viernes, 1 de mayo de 2009

RIMMEL.

Ella sólo intenta ser feliz, tropezando está, nadan hoy sus ojos entre el rimel, su mentira ya se hundió en la hiedra. Ves, en su abismo, con sus enaguas, quiere escapar de la bruma. Tan apurada está que atropella el viento en la avenida. Hoy su inútil pétalo secó por su soledad. Y con las campanas se divierte, pensando que son de aquí, la muerte. Ah, si pudiera. Si ella quisiera abrirse del ser y la nada, tal vez podría ver que su Dios está en la adolescencia. Correrás al fin con frenesí, por tu libertad. Pero ni bien una lágrima caiga, mil estrellas juzgarán que es en vano, ya que Dios es un mundo, en el que amar es la eternidad que uno busca y no lo pienses más, que tu mueca está tan despintada.


martes, 21 de abril de 2009

DISTANCIA.

Una vez soñé que en algún lugar yo podría ser alguien si lograse amar; y también soñé que si he de triunfar, mi orgullo aferrado tendré que superar. Un día llegaré, no importa la distancia, el rumbo encontraré; y tendré valor, paso a paso iré y persistiré, a cualquier distancia yo el amor alcanzaré. Una vez te ví, era todo irreal, y aunque fuese un sueño te sentía junto a mí. Sé que estás ahí, que te encontraré, aunque tarde una vida, yo jamás renunciaré. Más allá de toda gloria, del orgullo y el valor, el poder de un héroe está en su corazón. Un día llegaré, no importa la distancia, junto a ti estaré, con tu resplandor; paso a paso iré y persistiré, a cualquier distancia yo tu vida y tu amor tendré.

(sí, es muy empalagoso, pero hoy estoy asquerosamente cursi y no puedo evitar ponerlo).

domingo, 19 de abril de 2009

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me enseñaste que abrazada a tu cintura todo parece una fiesta...

domingo, 12 de abril de 2009

REFLEXIONES DE SÁBADO POR LA NOCHE EN CASA.

La vida transcurría normalmente, con altos y bajos por supuesto, pero nada fuera de lo común.
La vida cambió, se sumaron muchas cosas lindas, feas, preocupaciones, cagadas que hace la gente sin pensar en que después de haber lastimado a alguien las cosas se confunden, así como se confunden cuando lo lastiman a uno, ya no son como antes: no se puede esperar que la gente esté como si nada hubiese pasado. Sencillamente las cosas no funcionan así.
Cuando uno está confundido, cuando no sabe que hacer, cuando se está triste por cosas que sólo uno mismo puede resolver no necesita que le digan como tiene que actuar, en el fondo uno ya sabe lo que tiene que hacer, lo que necesita es ver claramente el momento oportuno para hacerlo. Pero a veces eso es lo que más cuesta, lo que más duele, lo que preocupa, lo que lastima, lo que a uno le quita las ganas de absolutamente todo, lo que a uno le hace arrepentirse del pasado y desear que nunca hubiese sucedido.
Fue lo mejor de lo peor que me ha pasado.

viernes, 10 de abril de 2009

INEXORABLE.

Si un día te da la locura de llorar, llámame, no prometo hacerte sonreír, pero puedo llorar contigo. Si algún día resuelves fugarte, llámame, no prometo pedirte que te quedes, pero puedo fugarme contigo. Si un día te da la locura de no hablar con nadie, llámame, en ese momento, prometo quedarme bien calladita.
Pero si un día llamas y no respondo, vení corriendo a mi encuentro, tal vez yo te esté necesitando...


-

Aunque tengas que andar jodido en una vida dura, más fuerte es lo que te hace llevar alta la cabeza...

(frase cierta si las hay. Gracias Ale, todavía la recuerdo).

ALL BLACK.

¿Alguna vez quisiste correr lejos? ¿Te encerraste en tu cuarto con la música muy fuerte para que nadie te escuchara llorar? No, no sabés cómo es cuando sentís que nada está bien. Estar lastimado, sentirse perdido, sentir que fuiste presionado al borde de colapsar y nadie esta ahí para salvarte.
WELCOME TO MY LIFE.

LO MEJOR, LO MÁS LINDO.

Un simple abrazo nos enternece el corazón, nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida. Un abrazo es una forma de compartir alegrías así como también los momentos tristes que se nos presentan. Es tan sólo una manera de decir a nuestros amigos que los queremos y que nos preocupamos uno, por el otro porque los abrazos fueron hechos para darlos a quienes queremos. El abrazo es algo grandioso: es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos cuando no conseguimos la palabra justa; es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño hace sentir bien a quien se lo damos, sin importar el lugar ni el idioma. Siempre es entendido.




viernes, 3 de abril de 2009

Los recuerdos no mueren, los recuerdos son la raíz del alma y el nutriente de nuestros actos presentes. ♥
Muchas veces necesitamos limpiar nuestro almacén interior de cosas feas, de tristezas y dolores para encontrar la liviandad que nos haga fluidos y libres de ataduras, de pesadas cargas que no se pueden llevar tanto tiempo a cuestas. Pero en otros momentos recordamos actos pasados, ejemplos idos, rostros ausentes que emergen de la memoria para devolvernos una sonrisa, el valor de un principio o el principio perdido. Son esas cosas que atesoramos en el almacén de la vida y en el arcón de los recuerdos.








miércoles, 1 de abril de 2009

martes, 31 de marzo de 2009

LOS TRES MONOS SABIOS.

"Los tres monos sabios" es una de las estatuas más famosas de Japón, por su significado y también por su origen misterioso. Hay un proverbio japonés que dice “No veas lo malvado, no escuches lo malvado, no digas con maldad”. Este proverbio parece ser que proviene de unas escrituras de Confucio. Los tres monos sabios tienen nombre, Mizaru (el que no ve), Kikazaru (el que no escucha), Iwazaru (el que no dice). Lo curioso es que la terminación “zaru” significa “no hacer” (en japonés antiguo) y a la misma vez también significa “mono”. Seguramente sea por eso por lo que el proverbio fue representado con una estatua de tres monos.
Según otra interpretación, el significado de las esculturas de "Mizaru", “Kikazaru” e “Iwazaru" alude al miedo absoluto, dado que son las primeras reacciones del ser humano ante una situación de peligro. Otra versión alude a la virtud de la discreción: "No digas todo lo que sepas, no mires lo que no debas, no creas todo lo que te dicen".

jueves, 26 de marzo de 2009

LA FIESTA

[...]
La sobremesa pasó deprisa. Terminaron las clases y Edward me acompañó al coche, como de costumbre, pero esta vez me abrió la puerta del copiloto. Alice debía de haberse llevado su coche a casa para que él pudiera evitar que yo consiguiera escabullirme.
Crucé los brazos y no hice ademán de guarecerme de la lluvia.
- ¿Es mi cumpleaños y ni siquiera puedo conducir?
- Me comporto como si no fuera tu cumpleaños, tal y como tú querías.
- Pues si no es mi cumpleaños, no tengo que ir a tu casa esta noche...
- Muy bien - cerró la puerta del copiloto y pasó a mi lado para abrir la puerta del conductor -. Feliz cumpleaños.
- Calla - mascullé con poco entusiasmo. Entré por la puerta abierta, deseando que él hubiera optado por la otra posibilidad.
Mientras yo conducía, Edward jugueteó con la radio sin dejar de sacudir la cabeza con abierto descontento.
- Tu radio se oye fatal.
Puse cara de pocos amigos. No me gustaba que empezara a criticar el coche. Estaba muy bien y además tenía personalidad.
- ¿Quieres un estéreo que funcione bien? Pues conduce tu propio coche - los planes de Alice me ponían tan nerviosa que empeoraban mi estado de ánimo, ya de por sí sombrío, y las palabras me salieron con más brusquedad de la pretendida. Nunca exponía a Edward a mi mal genio, y el tono de mi voz le hizo apretar los labios para que no se le escapara una sonrisa.
Se volvió para tomar mi rostro entre sus manos cuando aparqué frente a la casa de Charlie. Me tocó con mucho cuidado, paseando las puntas de sus dedos por mis sienes, mis pómulos y la línea de la mandíbula. Como si yo fuera algo que pudiera romperse con facilidad. Lo cual era exactamente el caso, al menos en comparación con él.
- Deberías estar de un humor estupendo, hoy más que nunca - susurró. Su dulce aliento se deslizó por mi rostro.
- ¿Y si no quiero estar de buen humor? - pregunté con la respiración entrecortada.
Sus ojos dorados ardieron con pasión.
- Pues muy mal.
Empezaba a sentirme confusa cuando se inclinó sobre mí y apretó sus labios helados contra los míos. Tal como él prentendía, sin duda, olvidé todas mis preocupaciones, y me concentré en recordar como se inspiraba y espiraba.
Su boca se detuvo sobre la mía, fría, suave y dulce, hasta que deslicé mis brazos en torno a su cuello y me lancé a besarle con algo más que simple entusiasmo. Sentí como sus labios se curvaban hacia arriba cuando se apartó de mi cara y se alzó para deshacer mi abrazo.
Edward había establecido con cuidado los límites exactos de nuestro contacto físico a fin de mantenerme viva. Aunque yo respetaba la necesidad de guardar una distancia segura entre mi piel y sus dientes ponzoñosos y afilados como navajas, tendía a olvidar esas trivialidades cuando me besaba.
- Pórtate bien, por favor - suspiró contra mi mejilla. Presionó sus labios contra los míos una vez más y se apartó definitivamente de mí, obligándome a cruzar los brazos sobre mi estómago.
El pulso me atronaba los oídos. Me puse una mano en el corazón. Palpitaba enloquecido.
- ¿Crees que esto mejorará algún día? - me pregunté, más a mí que a él -. ¿Alguna vez conseguiré que el corazón deje de intentar saltar fuera de mi pecho cuando me tocas?
- La verdad, espero que no - respondió, un poco pagado de sí mismo.
Puse los ojos en blanco.
- Anda, vamos a ver cómo los Capuletos y los Montescos se destrozan unos a otros, ¿vale?
- Tus deseos son órdenes para mí.
Edward se repantingó en el sofá mientras que yo ponía la película, pasando rápido los créditos del principio. Me envolvió la cintura con sus brazos y me reclinó contra su pecho cuando me senté junto a él en el borde del sofá. No era exactamente tan cómodo como un cojín, pero yo lo prefería con diferencia. Su pecho era frío y duro, aunque perfecto, como una escultura de hielo. Tomó la manta de punto que descansaba, doblada, sobre el respaldo del sofá y me envolvió con ella para que no me congelara al contacto de su cuerpo.
- ¿Sabes?, Romeo no me cae nada bien - comentó cuando empezó la película.
- ¿Y qué le pasa a Romeo? - le pregunté, un poco molesta. Era uno de mis personajes de ficción favoritos. Creo que hasta estaba un poco enamorada de él hasta que conocí a Edward.
- Bien, en primer lugar, está enamorado de esa Rosalinda, ¿no te parece que es un poco voluble? Y luego, unos pocos minutos después de su boda, mata al primo de Julieta. No es precisamente un rasgo de brillantez. Acumula un error tras otro. ¿Habría alguna otra manera más completa de destruir su felicidad?
Suspiré.
- ¿Quieres que la vea yo sola?
- No, de todos modos, yo estaré mirándote a ti la mayor parte del rato - sus dedos se deslizaron por mi piel trazando formas, poniéndome la carne de gallina -. ¿Te vas a poner a llorar?
- Probablemente - admití -. Si estás pendiente de mí todo el rato.
- Entonces no te distraeré - pero sentí sus labios contra mi pelo y eso me distrajo bastante.
La película captó mi interés a ratos, gracias en buena parte a que Edward me susurraba los versos de Romeo al oído, con su irresistible voz aterciopelada, que convertía la del actor en un sonido débil y basto en comparación. Y claro que lloré, para su diversión, cuando Julieta se despierta y encuentra a su reciente esposo muerto.
- He de admitir que le tengo una especie de envidia - dijo Edward secándome las lágrimas con un mechón de mi propio pelo.
- Ella es muy guapa.
Él hizo un sonido de disgusto.
- No le envidio a la chica, sino a la facilidad para suicidarse - aclaró con tono de burla -. ¡Para vosotros, los humanos, es tan sencillo! Todo lo que tenéis que hacer es tragaros un pequeño vial de extractos de plantas...
- ¿Qué? - inquirí con un grito ahogado.
- Es algo que tuve que plantearme una vez, y sé por la experiencia de Carlisle que no es nada sencillo. Ni siquiera estoy seguro de cuántas maneras de matarse probó Carlisle al principio, cuando se dio cuenta de en qué se había convertido... - su voz, que se había tornado mucho más seria, se volvió ligera otra vez -. Y no cabe duda de que sigue con una salud excelente.
Me retorcí para poder leer su expresión.
- ¿De qué estás hablando? - quise saber -. ¿Qué quieres decir con eso de que tuviste que planteártelo una vez?
- La primavera pasada, cuando tú casi... casi te mataron... - hizo una pausa para inspirar profundamente, luchando por volver al tono socarrón de antes -. Claro que estaba concentrado en encontrarte con vida, pero una parte de mi mente estaba elaborando un plan de emergencia por si las cosas no salían bien. Y como te decía, no es tan fácil para mí como para un humano.
Los recuerdos de mi último viaje a Phoenix me embargaron y durante un segundo sentí cierto vértigo. Aún conservaba en mi memoria, con tal nitidez, el sol cegador y las oleadas de calor procedentes del asfalto mientras corría a toda prisa y con ansiedad al encuentro del sádico vampiro que quería torturarme hasta la muerte. James me esperaba en la habitación de los espejos con mi madre como rehén, o eso suponía yo. No supe hasta más tarde que todo era una treta. Lo que tampoco sabía James es que Edward se apresuraba a salvarme. Lo consiguió a tiempo, pero por muy poco. De manera inconsciente, mis dedos se deslizaron por la cicatriz en forma de media luna de mi mano, siempre a varios grados por debajo de la temperatura del resto de mi piel.
Sacudí la cabeza, como si con eso pudiera deshacerme de todos los malos recuerdos e intenté comprender lo que Edward quería decir, mientras sentía un incómodo peso en el estómago.
- ¿Un plan de emergencia? - repetí.
- Bueno, no estaba dispuesto a vivir sin ti - puso los ojos en blanco como si eso resultara algo evidente hasta para un niño -. Aunque no estaba seguro sobre cómo hacerlo. Tenía en claro que ni Emmett ni Jasper me ayudarían... , así que pensé que lo mejor sería marcharme a Italia y hacer algo que molestara a los Vulturius.
No quería creer que hablara enserio, pero sus ojos dorados brillaban de forma inquietante, fijos en algo lejano a la distancia, como si contemplara las formas de terminar con su propia vida. De pronto, me puse furiosa.
[...]
- De cualquier modo, lo mejor es no irritar a los Vulturius - continuó Edward, interrumpiendo mi ensoñación-. No a menos que desees morir, o lo que sea que nosotros hagamos - su voz sonaba tan tranquila que parecía casi aburrido con la perspectiva.
Mi ira se transformó en terror. Tomé su rostro marmóreo entre mis manos y se lo apreté fuerte.
- ¡Nunca, nunca vuelvas a pensar en eso otra vez! ¡No importa lo que me ocurra, no te permito que te hagas daño a ti mismo!
- No te volveré a poner en peligro jamás, así que eso es un punto indestructible.
- ¡Ponerme en peligro! ¿Pero no estábamos de acuerdo en que toda la mala suerte es cosa mía? - estaba enfadándome cada vez más -. ¿Cómo te atreves a pensar en esas cosas? - la idea de que Edward dejara de existir, incluso aunque yo estuviera muerta, me producía un dolor insoportable.
- ¿Qué harías tú si las cosas sucedieran a la inversa? - preguntó.
- No es lo mismo.
Él no parecía conocer la diferencia y se rió entre dientes.
- ¿Y qué pasa si te ocurre algo? - me puse pálida sólo de pensarlo -. ¿Querrías que me suicidara?
Un rastro de dolor surcó sus rasgos perfectos.
- Creo que veo un poco por dónde vas... sólo un poco - admitió -. Pero ¿qué haría sin ti?
- Cualquier cosa de las que hacías antes de que yo apareciera para complicarte la vida.
Suspiró.
- Tal como lo dices, suena fácil.
- Seguro que lo es. No soy tan interesante en realidad.
Parecía a punto de rebatirlo, pero lo dejó pasar.
- Eso es discutible - me recordó.
[...]

LUNA NUEVA - STEPHENIE MEYER